FAPyD - A&P Continuidad Números Completos
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A&P Continuidad ISSN 2362-6097 (En línea) | ISSN 2362-6089 (Impresa) es una publicación semestral iniciada en 2014. Esta publicación se pone en continuidad con los principales valores perseguidos y reconocidos por la tradicional revista de la Facultad de Planeamiento, Arquitectura y Diseño de la Universidad Nacional de Rosario cuyo primer número fuera publicado en 1963. Entre ellos, con su vocación de pensarse como una herramienta útil a la circulación de ideas y debates relacionados con las áreas disciplinares afines a la Arquitectura. El proyecto está dirigido a toda la comunidad universitaria, teniendo como punto de partida la producción intelectual y material de sus docentes e investigadores y de aquellos que, de distintas maneras, han estado vinculados o desean vincularse con nuestra Institución. El punto focal de la revista es el Proyecto de Arquitectura, dado su rol fundamental en la formación integral de la comunidad a la que se dirige esta publicación. Editada también en formato digital, se organiza a partir de números temáticos estructurados alrededor de las reflexiones realizadas por maestros modernos y contemporáneos con el fin de compartir un punto de inicio común para las propias reflexiones, conversaciones con especialistas y material específico del número que conforma el dossier temático.
Sitio web: https://www.ayp.fapyd.unr.edu.ar
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Examinando FAPyD - A&P Continuidad Números Completos por Autor "Campodónico, Nicolás"
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Ítem Acceso Abierto A&P Continuidad Nº 2 - La Arquitectura es...(A&P Ediciones, 2015-06) Carabajal, Gustavo; Cattaneo, Daniela; Cutruneo, Jimena; Campodónico, Nicolás; Blanc, María ClaudinaEl segundo número de la Revista A&P CONTINUIDAD que proponemos lleva como título el inicio de una afirmación a ser completada a partir de los puntos dejados en suspenso: Arquitectura es… El espíritu que mueve esta propuesta es aquél de realizar una fotografía de nuestra escuela, de lo que piensan y creen nuestros docentes, del estado del arte en torno a un argumento tan simple como trascendente. Nos interesa poner en discusión los argumentos que tratamos en los talleres de Proyecto. Verificar si los mismos son familiares a la mayor parte de los estudiantes de nuestra escuela o si, por el contrario, vivimos en un mundo autoreferencial, especie de enclave corporativo neofeudal que oculta los propios límites. Sería penoso descubrir que nuestros alumnos -desde ya expuestos a los efectos de la globalización del mercado de las imágenes y a la compulsiva ansiedad por el consumo de lo novedoso- no compartieran, por lo menos, la experiencia común de una educación a la resistencia creativa ante el síndrome de una ceguera acrítica. Surge espontánea entonces la pregunta: ¿Ha dejado nuestra Facultad, en las últimas décadas y progresivamente, de preguntarse sobre el propio sentido de aquello que cree es Arquitectura? Puede ser que la respuesta esté en el reconocimiento de una situación dinámica, puede que existan cambios, renovaciones generacionales y modificaciones de algunos paradigmas. Pero también puede sorprendernos llegar a verificar que existe un fenómeno en acto, un silencio confortable, cuya evidencia es inversamente proporcional a las preocupaciones que debería despertar y a la atención que, por lo general, debería convocarnos. Francesco Dal Co señala que los arquitectos han dejado de interrogar el significado, las consecuencias, las implicaciones y los fundamentos de su hacer; los históricos han depuesto las armas dedicándose a la construcción de “discursos” cuyo vacío -por lo general- es sinónimo de deserción. Las dos actitudes están implicadas y se justifican unas a otras: en el primer caso se dejan transportar alegremente por las olas, en el segundo se flota en la espuma. Entonces, el mismo autor se pregunta: ¿Esta situación es la irreversible consecuencia de los tiempos que corren o es el producto de la atrofia que aflige toda cultura cuando deja de interrogar el propio tiempo y, asumiendo los efectos contingentes, se observa como un simple reflejo del mismo? La propuesta, lanzada como es nuestra costumbre a partir de una convocatoria abierta a toda la comunidad universitaria, tuvo como punto de partida estimular y dar a conocer la producción intelectual y material de sus docentes.Ítem Acceso Abierto A&P Continuidad Nº 3 - Arquitectura y construcción(A&P Ediciones, 2015-11) Carabajal, Gustavo; Cattaneo, Daniela; Cutruneo, Jimena; Campodónico, Nicolás; Blanc, María ClaudinaAprender a observar para ser capaces de producir un juicio responsable, es, probablemente, una de las tareas más importantes –sino la más significativa- que debería ocuparnos en la educación de nuestros jóvenes, con mayor razón en una Escuela de Arquitectura. Con respecto al resto de las obras de arte, la Arquitectura contiene una multiplicidad de aspectos que implican una capacidad de observar extremadamente dúctil y diversificada. La Arquitectura está hecha de la invención de espacios, del uso de materiales, es el resultado de contingencias específicas, de momentos históricos, de relaciones entre arquitecto y comitente; todo esto está a la base de la obra de Arquitectura. En ocasiones, en nuestra observación contamos con algunos documentos y hechos pero no poseemos todas las claves necesarias para leerla completamente. Una cosa sí está siempre presente y es inmediata: toda obra de Arquitectura es el testimonio más directo del trabajo del hombre. Quizá ésta sea la primera lección que todo aprendiz debería adquirir y aprender a valorar: el significado y el valor mismo del trabajo. Si no se sabe observar, si no se sabe mirar, en definitiva, cuando no se sabe percibir las múltiples señales que emite la realidad que nos rodea, se nos hace difícil, muy difícil emitir un juicio responsable. El riesgo derivado es una especie de haraganería a la hora de tomar decisiones cuando se afronta un tema de Arquitectura o, lo que sería aún más grave, proceder irresponsable y alegremente con nuestro bagaje de fetiches de ocasión que nos delatan en cuanto victimas de prejuicios o lugares comunes. Estar en grado de producir un juicio a partir de la observación es ir haciendo una amalgama de los múltiples significados que las cosas conservan y atesoran en realidad. No existen reglas universales para producir un juicio, es necesario ejercitarse en esta capacidad volta per volta y asumir el riesgo que esto implica, no existiendo cánones sobre los cuales basarse ni reglas en las cuales confiar. Producir un juicio es siempre asumir un riesgo. Emitir un juicio y construir van siempre juntos: es la facultad del alma, por la que el hombre puede distinguir el bien del mal, lo verdadero de lo falso. La Arquitectura es construcción. Es una operación compleja que requiere la intervención de una multiplicidad de conocimientos o como decía Vitruvio la concorrenza di molti saperi. El proyecto tiene sentido en cuanto prelude a una construcción: el proyecto se realiza en una construcción que aspira ser Arquitectura. Enseñar a proyectar y enseñar a construir no son dos actividades distintas, sino dos momentos de una misma actividad, como recuerda Helio Piñon haciendo extensivas las palabras de Fiedler, a propósito de la mirada y el dibujo: “La construcción es un instrumento para concebir, no una técnica para resolver: no debe determinar solución alguna, sino propiciar decisiones cuyo sentido necesariamente ha de trascenderla; su des-tino es contribuir de un modo decisivo, a la sistematicidad congénita del edificio. La construcción es la condición de la arquitectura, y la tectonicidad, un valor inequívoco de sus productos” (PIÑON: 2002).Ítem Acceso Abierto A&P Continuidad Nº 4 - Arquitectura : Representaciones(A&P Ediciones, 2016-08-01) Carabajal, Gustavo; Pistone, Santiago; Cattaneo, Daniela; Cutruneo, Jimena; Blanc, María Claudina; Campodónico, NicolásLa representación es, por definición, la figura, imagen o idea que sustituye a la realidad. Su origen etimológico se encuentra en el latín praesens, -entis , cuyo participio praesse significaba estar presente, presentar, poner delante, mostrar. La misma se plantea como aquello que tiene como función el estar en lugar de otra cosa: “por una parte representar es describir los elementos que est án a nuestro alrededor, por otra parte es dar significado a las cosas por medio de ver como é stas se hacen tangibles para nosotros”. Es fundamental comprender que “el acto de representar es producir uno o varios significados que, al estructurarlos y conceptualizarlos, se puedan dar a conocer por medio de una imagen, del lenguaje o de cualquier medio de comunicaci ón que utilicemos”. 1 Corrientemente, el término representación se emplea como sinónimo del de imagen. Roland Barthes sostuvo que la imagen -etimol ógicamente- tiene su ra íz en la palabra imitari que quiere decir imitar o imitaci ón. Para él la imagen es una forma de representar o demostrar claramente alg ún aspecto y -además- contiene en s í misma varios significados, haciendo posible que cada persona pueda tomar o eliminar éstos dependiendo de su punto de vista y de lo que est é buscando. En ese sentido, se puede decir que la imagen por una parte imita lo real y al momento de ser interpretada es cuando genera varios significados.Ítem Acceso Abierto A&P Continuidad Nº 5 - Paisajes: Territorio, Ciudad, Arquitectura(A&P Ediciones, 2016-12) Carabajal, Gustavo; Martínez de San Vicente, Isabel; Cattaneo, Daniela; Cutruneo, Jimena; Blanc, María Claudina; Campodónico, NicolásLas precisiones entorno al concepto de paisaje en la contempora - neidad son, sin lugar a duda, complejas ya que el mismo abarca di - stintas disciplinas, escalas y significados. En el campo estrictamente arquitectónico, interesa remarcar que no existe razón alguna para imaginar que “alguna idea de oposición entre paisaje –percepción y construcción del territorio – y objeto –fragmento en el territorio – encuentre lugar en la enseñanza de la arquitectura” (Siza, 2008) . La noción de paisaje que me interesa y que describe la relación con los espacios naturales, es aquélla que podemos encontrar en el libro de Joachim Ritter: “Paisaje es la naturaleza que se reve - la est é ticamente a quien la observa y contempla con sentimien - to”(Ritter, 1994: 17). La tradición paisajística es la del ejercicio estético del mirar desde fuera. Sabemos que en la pintura del paisaje natural, los primeros pin - tores paisajistas se servían del famoso espejo de Claude. Se su - ponía que Claude Lorrain, el padre de todo el pintoresquismo, utilizaba un pequeño espejo retrovisor para enmarcar su mirada al paisaje ilimitado. El espejo (como dispositivo) era útil para or - ganizar la visión. Enmarcar un conjunto de accidentes encajánd - olos en la geometría del cuadro es un modo de apropiarse del paisaje, dominándolo. No dejo de considerar la noción de paisaje que se pone como in - terrogativo a nuestra relación contemporánea con la ciudad, a partir del punto de vista propio de la experiencia de lo natural y de lo urbano en el hombre moderno. Puede ser de utilidad preci - sar que la visión paisajística posee características formales que la diferencian radicalmente de la visión urbana. La noción de espa - cio público corresponde a la tradición greco-latina de la ciudad. Pensar el espacio público presupone la existencia de un colectivo que comparte identidad. En la actualidad, la voluntad de establecer una fuerte relación con la naturaleza haciéndola formar parte activa en la construc - ción del paisaje urbano contemporáneo, es intensa.Tanto que, corrientemente no se duda en definirla como necesaria asociánd - ola a la nueva dimensión social del tiempo libre. Paisajes y no paisaje, entonces, ya que este concepto remite –hoy día – a múltiples escenarios en contextos físicos y culturales diver - sos. Paisaje como sustantivo que refiere a la forma y el uso de una porción del territorio que no es visto en un sentido meramente uti - litario sino que admite una valoración estética, superando la idea de territorio donde, por lo general, han prevalecido –históricamente – los aspectos funcionales-productivos y político -jurisdiccionales.Ítem Acceso Abierto A&P Continuidad Nº 6 - Proyecto contemporáneo: El lugar de la historia(A&P Ediciones, 2017-07) Carabajal, Gustavo; Cicutti, Bibiana; Cattaneo, Daniela; Cutruneo, Jimena; Blanc, María Claudina; Campodónico, NicolásEl método de aprendizaje de la Arquitectura no puede dejar de bascular entre lo particular y lo general. Es por ello que son imprescindibles las referencias concretas y que es del todo necesaria la particularidad de la Historia. La Historia de la Arquitectura no es una disciplina de adorno, una búsqueda de antepasados ilustres que legitimen el presente. La Historia de la Arquitectura organiza la sucesión de experiencias concretas que determinan los problemas, recomponiendo incesantemente las miradas, los lenguajes, los conceptos (Sola-Morales, 2001:13). La Historia de la Arquitectura en la formación del arquitecto y cuál es hoy su rol en la praxis del proyecto significa también afrontar el interrogante: ¿en qué medida la producción arquitectónica contemporánea se pone en continuidad o no con una determinada tradición clásica, con la experiencia de la modernidad, con las distintas atmósferas propuestas por el posmoderno, o simplemente surfea en una improbable aspiración de vanguardia? Seguramente convivimos con un poco de todo esto.Ítem Acceso Abierto A&P Continuidad Nº 7 - Arquitectura y Ciudad: Paisajes(A&P Ediciones, 2017-12) Carabajal, Gustavo; Blanc, María Claudina; Aravena, Pedro; Antequera, María Florencia; Campodónico, Nicolás; Cattaneo, Daniela; Cutruneo, JimenaAfrontar el proyecto de arquitectura teniendo como objetivo interrogarse y cuestionar los procedimientos y los modos capaces de manifestar una posible forma de belleza contemporánea, puede ser uno de los desafíos más estimulantes e ineludibles. Sobre las cintas del escudo de la Architectural Associationde Londres, encontramos la leyenda que recita el lema con la que se identifica a la institución: Design with Beauty, Build in Truth. Asignar a la verdad un lugar relevante en el manifiesto, expresa la importancia otorgada a la percepción de la realidad de la construcción como materia concreta del proyecto. Ahora bien, la realidad induce a considerar con curiosidad algunas visiones contemporáneas que expresan poca confianza en un futuro que se presenta cada vez más gobernado por las nuevas tecnologías, las que según el periodista británico Charlie Brooker creador de Black Mirror – “destruyen la vida”. Los capítulos de la serie propuesta por Brooker se inspiran en un documento elaborado por el Ministerio de Defensa británico según el cual: “nuestras vidas y el mundo en que vivimos va a cambiar en los próximos 30 años, con un impacto que nos involucrará a todos. Probablemente vivamos más tiempo y sabremos más.