2019-04-122019-04-122017-040327-5019http://hdl.handle.net/2133/14379De tanto andar afortunadamente hemos arribado a la etapa de investigación clínica regulada, donde resulta claro que toda práctica o tratamiento debe ser consensuada con el paciente, nada debería ser impuesto en contra de sus predilecciones y/o los dictados de su propia conciencia. Los enfermos son agentes morales autónomos, libres y responsables. Pero para que esa autonomía sea materialice efectivamente, el paciente deberá contar con todas las cartas sobre la mesa, de otro modo alguna forma sutil de manipulación se hará presente.application/pdf7-9spaopenAccessTratamiento médicoRelación médico-pacienteAutonomíaMalaria para la sífilis. Una historia donde la beneficiencia traspasó sus límitesarticle