2019-09-032019-09-032016978-987-4019-20-2http://hdl.handle.net/2133/15954Hablar de la enseñanza de la antropología supone pensar en la dinámica interactiva y transformadora de quehaceres disciplinares que se vinculan. Es decir, implica relacionar el campo de la antropología y el de la educación, en sentido amplio. De modo más específico, significa entender los cruces e interrelaciones entre los conocimientos antropológicos con los procesos didácticos en un doble sentido. Por un lado, en tanto formación de profesores tal como hoy se despliega en distintas universidades nacionales. Por el otro, considerando las mismas prácticas de enseñanza de la antropología en los distintos niveles del sistema educativo. Lo expresado condensa un conjunto de problemáticas no sólo complejas sino que pueden o han generado debates a nivel de las concepciones epistemológicas, de la formación de profesores, particularmente en el campo universitario y, finalmente, a nivel de las relaciones entre investigación y formación docente. En este trabajo se plantea el quehacer antropológico como potencial didáctico. En tal sentido, se identifica un conjunto de núcleos que ofrecen herramientas para potenciar las prácticas pedagógicas en un sentido integral.application/pdf15-28spaopenAccessConocimientos antropológicosProcesos didácticosFormación de profesoresEnseñar antropología. Una introducciónbookPartEditorial de la Facultad de Filosofía y Letras Universidad de Buenos Aires