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Examinando FAPYD - A&P Ediciones por Materia "ARQUITECTURA"
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Ítem Acceso Abierto A&P Continuidad Nº 2 - La Arquitectura es...(A&P Ediciones, 2015-06) Carabajal, Gustavo; Cattaneo, Daniela; Cutruneo, Jimena; Campodónico, Nicolás; Blanc, María ClaudinaEl segundo número de la Revista A&P CONTINUIDAD que proponemos lleva como título el inicio de una afirmación a ser completada a partir de los puntos dejados en suspenso: Arquitectura es… El espíritu que mueve esta propuesta es aquél de realizar una fotografía de nuestra escuela, de lo que piensan y creen nuestros docentes, del estado del arte en torno a un argumento tan simple como trascendente. Nos interesa poner en discusión los argumentos que tratamos en los talleres de Proyecto. Verificar si los mismos son familiares a la mayor parte de los estudiantes de nuestra escuela o si, por el contrario, vivimos en un mundo autoreferencial, especie de enclave corporativo neofeudal que oculta los propios límites. Sería penoso descubrir que nuestros alumnos -desde ya expuestos a los efectos de la globalización del mercado de las imágenes y a la compulsiva ansiedad por el consumo de lo novedoso- no compartieran, por lo menos, la experiencia común de una educación a la resistencia creativa ante el síndrome de una ceguera acrítica. Surge espontánea entonces la pregunta: ¿Ha dejado nuestra Facultad, en las últimas décadas y progresivamente, de preguntarse sobre el propio sentido de aquello que cree es Arquitectura? Puede ser que la respuesta esté en el reconocimiento de una situación dinámica, puede que existan cambios, renovaciones generacionales y modificaciones de algunos paradigmas. Pero también puede sorprendernos llegar a verificar que existe un fenómeno en acto, un silencio confortable, cuya evidencia es inversamente proporcional a las preocupaciones que debería despertar y a la atención que, por lo general, debería convocarnos. Francesco Dal Co señala que los arquitectos han dejado de interrogar el significado, las consecuencias, las implicaciones y los fundamentos de su hacer; los históricos han depuesto las armas dedicándose a la construcción de “discursos” cuyo vacío -por lo general- es sinónimo de deserción. Las dos actitudes están implicadas y se justifican unas a otras: en el primer caso se dejan transportar alegremente por las olas, en el segundo se flota en la espuma. Entonces, el mismo autor se pregunta: ¿Esta situación es la irreversible consecuencia de los tiempos que corren o es el producto de la atrofia que aflige toda cultura cuando deja de interrogar el propio tiempo y, asumiendo los efectos contingentes, se observa como un simple reflejo del mismo? La propuesta, lanzada como es nuestra costumbre a partir de una convocatoria abierta a toda la comunidad universitaria, tuvo como punto de partida estimular y dar a conocer la producción intelectual y material de sus docentes.Ítem Acceso Abierto A&P Continuidad Nº 3 - Arquitectura y construcción(A&P Ediciones, 2015-11) Carabajal, Gustavo; Cattaneo, Daniela; Cutruneo, Jimena; Campodónico, Nicolás; Blanc, María ClaudinaAprender a observar para ser capaces de producir un juicio responsable, es, probablemente, una de las tareas más importantes –sino la más significativa- que debería ocuparnos en la educación de nuestros jóvenes, con mayor razón en una Escuela de Arquitectura. Con respecto al resto de las obras de arte, la Arquitectura contiene una multiplicidad de aspectos que implican una capacidad de observar extremadamente dúctil y diversificada. La Arquitectura está hecha de la invención de espacios, del uso de materiales, es el resultado de contingencias específicas, de momentos históricos, de relaciones entre arquitecto y comitente; todo esto está a la base de la obra de Arquitectura. En ocasiones, en nuestra observación contamos con algunos documentos y hechos pero no poseemos todas las claves necesarias para leerla completamente. Una cosa sí está siempre presente y es inmediata: toda obra de Arquitectura es el testimonio más directo del trabajo del hombre. Quizá ésta sea la primera lección que todo aprendiz debería adquirir y aprender a valorar: el significado y el valor mismo del trabajo. Si no se sabe observar, si no se sabe mirar, en definitiva, cuando no se sabe percibir las múltiples señales que emite la realidad que nos rodea, se nos hace difícil, muy difícil emitir un juicio responsable. El riesgo derivado es una especie de haraganería a la hora de tomar decisiones cuando se afronta un tema de Arquitectura o, lo que sería aún más grave, proceder irresponsable y alegremente con nuestro bagaje de fetiches de ocasión que nos delatan en cuanto victimas de prejuicios o lugares comunes. Estar en grado de producir un juicio a partir de la observación es ir haciendo una amalgama de los múltiples significados que las cosas conservan y atesoran en realidad. No existen reglas universales para producir un juicio, es necesario ejercitarse en esta capacidad volta per volta y asumir el riesgo que esto implica, no existiendo cánones sobre los cuales basarse ni reglas en las cuales confiar. Producir un juicio es siempre asumir un riesgo. Emitir un juicio y construir van siempre juntos: es la facultad del alma, por la que el hombre puede distinguir el bien del mal, lo verdadero de lo falso. La Arquitectura es construcción. Es una operación compleja que requiere la intervención de una multiplicidad de conocimientos o como decía Vitruvio la concorrenza di molti saperi. El proyecto tiene sentido en cuanto prelude a una construcción: el proyecto se realiza en una construcción que aspira ser Arquitectura. Enseñar a proyectar y enseñar a construir no son dos actividades distintas, sino dos momentos de una misma actividad, como recuerda Helio Piñon haciendo extensivas las palabras de Fiedler, a propósito de la mirada y el dibujo: “La construcción es un instrumento para concebir, no una técnica para resolver: no debe determinar solución alguna, sino propiciar decisiones cuyo sentido necesariamente ha de trascenderla; su des-tino es contribuir de un modo decisivo, a la sistematicidad congénita del edificio. La construcción es la condición de la arquitectura, y la tectonicidad, un valor inequívoco de sus productos” (PIÑON: 2002).