En el devenir de la globalización capitalista y el recrudecimiento del poder de lo económico, se
han desarrollado intervenciones territoriales singulares por su complejidad institucional, escala
e impacto socioambiental.
Forma parte de estas, la infraestructura vial conocida como Hidrovía Paraguay-Paraná (en
adelante HPP). Situada sobre la cuenca fluvial de igual nombre, tiene una extensión de 3.442
km y es compartida por Argentina, Bolivia, Brasil, Paraguay y Uruguay. Desarrollada desde
mediados de los años noventa para la salida de granos y minerales al mercado internacional,
responde al reacomodamiento global de los espacios nacionales e internacionales de
producción para el intercambio de productos naturales considerados mercancías o
commodities.
Nuestro trabajo presenta avances de un proyecto de investigación en curso en el que
consideramos a la HPP como un territorio “hidrosocial”, noción de la Ecología política, por la
que se entiende aquel producido por relaciones sociales fuertemente mediadas por el control
del agua (Merlinsky, Martín y Tobías, 2020, p. 3), que articulan y disputan diversas dimensiones
y escalas problemáticas.
Es decir, partimos de asumir a la HPP como una espacialidad singular,
compleja y dinámica en permanente interrelación con múltiples actores (locales, nacionales,
regionales, multinacionales) y tramas de poder (público y privado).