El lenguaje confiere al ser su condición de existencia, en tanto ser humano deseante
inserto en una cultura (Revuz, 1998). En el contexto migratorio actual, los procesos
de enseñanza y aprendizaje de lenguas se ponen de relieve. Este artículo tiene como
objetivo presentar una revisión teórica respecto a la concepción de hablante nativo
como un mito (Lippi-Green, 1997; Mariño, 2011; Rajagopalan, 1997) en el ámbito
de la enseñanza de lenguas. Se adopta la perspectiva sociolingüística de Bagno (2007)
que propone la variación lingüística como el estado natural de las lenguas. Desde
esta perspectiva, la norma estándar funciona como modelo artificial de lengua, que
neutraliza las diferencias. A su vez, el concepto de hablante nativo que viene
sosteniendo la didáctica de lenguas extranjeras da cuenta de un sujeto ideal, no real,
por lo tanto, inalcanzable (Chacón, 2010; Coracini, 2007). Estos aspectos atraviesan
los vínculos entre profesores y estudiantes de lenguas, escenario de nuestros
interrogantes.