El artículo argumenta sobre la productividad de ampliar el
estudio de los fenómenos de mediatización de lo político
hacia las interacciones cotidianas de distintos grupos que
intervienen en la producción y reproducción de valores, consensos
y grupalidades, incluso por fuera o en los márgenes
del campo político. La mirada no sería la de una etnografía
de audiencias, sino más bien una etnografía comunicacional
de las prácticas organizativas de estos grupos, atenta a las
formas en que los dispositivos de comunicación, en su diversidad
y complejidad,constituyen elementos centrales para
la construcción de su mundo cotidiano. El anclaje empírico
está dado por un conjunto de observaciones y entrevistas
con miembros de organizaciones vecinales nucleadas en
torno al reclamo por mayor seguridad y/o a la prevención del
delito en el Área Metropolitana de Buenos Aires.