El propósito de este artículo es reflexionar, desde lecturas
de Michel Foucault y en diálogo con otros autores, sobre algunos
efectos que se fueron visibilizando a partir de la implementación
de prácticas culturales en la Unidad Penitenciaria
de Rosario No. 3 dependiente del Servicio Penitenciario del
Ministerio de Seguridad de la Provincia de Santa Fe.
Nos interpela la necesidad de registrar, describir e interrogar
los modos de subjetivación que abren a la posibilidad en los
distintos talleres (espacios de educación no formal) que se
desarrollan en una institución caracterizada por la imposibilidad.
Prácticas que emergen como pequeñas resistencias
generando procesos autoperceptivos en los participantes,
quienes se van empoderando en el hacer con otros y son
capaces de atravesar las redes de poder-saber cuando forman
parte de proyectos que los reconoce como sujetos de
derechos.