En 1979 se estrena Cromosoma 3 (The Brood) de David Cronenberg, un film que relata
las transformaciones corporales, psíquicas y comportamentales de seres humanos,
en este caso en el marco de una historia familiar compleja, con rupturas y conflictos
emocionales. Nola, la principal protagonista femenina, atraviesa una patología psiquiátrica
que es tratada por el Dr. Raglan, un médico que realiza dudosos experimentos
con efectos adversos. Se ha caracterizado a la estética cinematográfica de Cronenberg
como una visualidad de la Nueva Carne o del “terror corporal”, que explora la metamorfosis
sufrida en algunos de los personajes implicados. Estas mutaciones transitan
estadios que van de lo humano a lo monstruoso o mecánico, activando determinadas
percepciones en el observador que incluyen tanto el rechazo o el asombro, como la
atracción por lo abyecto. Los escritos procedentes de teóricas como Luce Irigaray,
Laura Mulvey o Donna Haraway nos aportan perspectivas diferentes para interpretar
las resonancias simbólicas de la figura femenina. A la luz de estas contribuciones, es
posible observar la incidencia de la mirada masculina en términos de la diferencia
sexual y la objetualización, tal como lo exponen Luce Irigaray o Laura Mulvey, y demarcar
una serie de articulaciones con el Manifiesto Ciborg de Donna Haraway. A partir
de la noción de imagen-movimiento, proponemos nuevas lecturas que incluyan los
conceptos de estas autoras a los fines de implementar una mirada crítica que recupere
las tensiones que surgen en la personificación de Nola en Cromosoma 3.