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La adjetivación mínima. Sobre Gilda Di Crosta: Amarino. Rosario, Iván Rosado, 2017. 56 pp.

Fecha

2017

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Editor

Escuela de Letras. Facultad de Humanidades y Artes. Universidad Nacional de Rosario
Resumen
¿Qué es amarino? Palabra nueva o desconocida, palabrafantasma, palabra-señuelo, su materialidad abre un umbral polisémico, incluido el del sin-sentido. Busca aquello que se impone, acaso sin buscarlo, porque verdaderamente no busca nada: aparece, ocurre; amarino, escribe la poeta, "dio la vuelta y volvió": "lo abandoné / lo traté de usar / nuevamente / lo volví a abandonar // y ahí quedó / haciéndose el adjetivo" (45). Y lo que se impone es la lengua. O mejor dicho, la experimentación poética en la lengua. La tensión que organiza la paradoja resulta elocuente: cómo poder decir –la voz que escribe, la escritura de una voz, en fin, nombrar. Pero nombrar adjetivando (pues allí está el color, el matiz, la sutileza, la diferencia, lo mínimo, o sea, el tono) y ya no haciendo sustancias, es decir, sustantivando: "insustancia de una poesía / harto / domesticada" (41). Ante la domesticación de la palabra, me tienta la cacofonía y correlacionar insustancia con insumisa. Una palabra liberada, entonces, una palabra inventada, un adjetivo: amarino ("Le es insuficiente la lengua para contar, / arrima adjetivación de suma vehemencia" (11)).

Palabras clave

Amarino, Gilda Di Crosta, Adjetivación

Citación