En este trabajo haremos referencia primero a la
noción de tragedia de los comunes en la óptica
de Hardin, según la cual los bienes comunes se
hallan condenados a una sobreapropiación y depredación
por parte de individuos racionales y
autointeresados. Luego, comentaremos la refutación
de la teoría de Hardin en sus propios términos
por parte de Feeny, Ostrom y otros y nos referiremos
a algunos de los modos de entender a
los comunes hoy, más allá del marco de elección
racional en el que fueran inicialmente considerados.
Posteriormente, llevaremos dicha tragedia
del plano de la teoría formal al de una teoría que
tome en cuenta las relaciones de dominación que
han hecho posible la privatización de los comunes,
revisitando la noción de acumulación originaria.
Para concluir, sostendremos que lo común
debe ser entendido como un principio de acción
política que conlleva responsabilidades y normas
ajenas a las del capitalismo neoliberal, bajo
cuyo imperio el planeta se dirige a una catástrofe
ecológica, económica y civilizatoria.