Se estudian discursos del presidente Lula sobre la crisis
económica de 2008, describiéndose estrategias discursivas a través de las cuales ciertas dimensiones del discurso
económico son transformadas por operaciones enunciativas
para explicar la crisis. El presidente utiliza, con ese fin, operadores del lenguaje coloquial (metáforas, figuras de lenguaje) y construcciones discursivas asociadas a su biografía y
al “mundo de la vida” de interlocutores más próximos a su
experiencia lingüística y cultural. Esta modalidad discursiva
busca restaurar algo que los economistas y los mercados
fallaron en instaurar o “erraron mucho” al intentar hacerlo: la
noción de confianza.