Los autores señalan como elementos significativos del proceso de
globalización el impacto de las políticas neoliberales en las relaciones de
producción y comunicación, por un lado, y las transformaciones
institucionales del aparato estatal y sus derivaciones jurídicas, por el otro.
Afirman que la temática de la globalización no podía quedar disociada de
las condiciones críticas que exhibía la vida económica, política y cultural
de la época y a partir de esta afirmación realizan una prolija lectura de la
producción en el tema. Toman las ideas de otros ponentes para concluir
con una pregunta ¿qué hacemos con las consecuencias locales del proceso de
globalización? Afirmando, como propuesta abierta al diálogo, que es hora
de pensar respuestas prácticas a la tensión local-global que suscitan los
problemas de la globalización.