En los últimos años se ha incrementado el consumo de carne porcina, en reemplazo de la carne bovina, por cambios en los hábitos de consumo tanto a nivel nacional como internacional. Esta situación genera la necesidad de poner al alcance de los pequeños productores herramientas de gestión de fácil aplicación para no perder rentabilidad y mantener su posición en el mercado. Así como también colaborar en la planificación de objetivos de crecimiento para el mediano y largo plazo.