Este trabajo analiza la incorporación del tranvía y el autobús en las ciudades sudamericanas
y su rol de facilitador de un viaje colectivo, entendido como un espacio de construcción
de sentido que va cimentando una cultura metropolitana. Se busca relevar el viaje
colectivo no sólo como un desplazamiento, sino como movilidad de hábitos, costumbres
y preocupaciones, sobre vehículos que – aunque frutos de la industrialización – distan de
ser idénticos y seriados.