En dicha Memoria se problematiza una serie de aspectos interpretativos inscriptos en el dominio de la Música de Cámara para canto y piano, poniendo foco en el tratamiento de las voces pianísticas, como así también en las íntimas relaciones que se establecen entre aquellas y la voz cantada, tomando como caso de estudio el Op. 51 de Gabriel Fauré.