Una profunda transformación del espacio público y de la esfera política se está
produciendo con una rapidez asombrosa ligada al cambio tecnológico de los soportes mediáticos
y a la instalación y afianzamiento de nuevas prácticas discursivas por parte de los
usuarios han abierto un amplio debate sobre la lógica clásica de la comunicación política,
al punto que el investigador podría preguntarse si es posible la comunicación política hoy
sin la web 2.0. Mi hipótesis es que las transformaciones de las NTIC producen un tipo particular
de relación entre el actor político y el ciudadano en el origen de nuevos populismos.