El ensayo se concentra el retrato de José Gervasio de Artigas, un caso de excepcional
interés a la vez histórico e semiótico. Como no existe un retrato al natural del héroe nacional
que lo represente en su juventud o en su madurez, y como el único retrato existente fue
dibujado por Alfred Demersay en Paraguay cuando Artigas ya era muy mayor y en condiciones
físicas precarias, la imagen arquetípica de su rostro se debe a una reconstrucción y
rejuvenecimiento hecha por Juan Manuel Blanes (1884). El ensayo conduce un análisis de
semiótica de la cultura sobre la construcción del rostro heroico y sus versiones populistas.