La cirugía plástica es una práctica generalizada mundialmente y, en especial, entre el público femenino brasileño, lo que
ha convertido Brasil en el líder del ranking mundial de intervenciones. La intensa afinidad entre los medios de comunicación y el conocimiento médico es uno de los factores que
contribuyen a la trivialización de estas prácticas, olvidando
los riesgos existentes. Para investigar las consecuencias
de la articulación entre prensa, biopolítica y género, este
trabajo analiza la cobertura mediática de la muerte de una
mujer después de un procedimiento estético. El caso de Lilian
Quezia Calixto fue elegido porque atrajo gran atención de
los medios y generó la incómoda discusión sobre el riesgo
de muerte por este tipo de procedimiento. El examen de estas noticias señaló un proceso de culpar a las víctimas de
las intervenciones corporales, como una forma de reducir la
responsabilidad del campo médico en estos casos. La discusión de los resultados propone que este tipo de discurso está
inmerso en una cultura somática que normaliza la acción
en el cuerpo, fortalece la idea de individualización y construye subjetividades, especialmente femeninas, en torno al
cumplimiento de las demandas de la medicina mediatizada
y mercantilizada.