A partir de 1910, los sectores dominantes de la ciudad de Rosario consideraron que era fundamental consolidar sus esferas de interés. Desarrollaron entonces distintas estrategias tendientes a fortalecer el perfil cultural, intelectual y educativo ciudadano articulando el espacio público con el privado. Privilegiando su idea e imagen de cultura y civilidad en los 20s, 30s y 40s, organizaron diferentes formas de acción. Este trabajo analiza algunas de las instancias que vincularon expresiones asociativas con instituciones estatales y su impacto sobre la sociedad.