En estas últimas décadas, al mismo
tiempo que en el discurso social tiene lugar un uso
indiscriminado de la noción de responsabilidad, el
cual trasciende el plano de lo jurídico para abarcar
otros campos, se evidencian fenómenos de abandono
de los lugares de autoridad. Esto no está desligado
de los procesos de individualización que se vienen
evidenciando de un tiempo a esta parte y de aquello
que Dubet (2006) llamó el declive del programa institucional moderno.
En el campo educativo, en un contexto en el que prevalece la idea de riesgo, es corriente que el exceso de
referencias a la cuestión de la responsabilidad civil
genere ausencias de intervención o una especie de
debilidad en la toma de decisiones. El artículo se
propone discutir estas cuestiones que los imperativos de la época le imprimen a la tarea pedagógica,
específicamente aquella en la que están abocados
directivos, docentes y preceptores, proponiendo otros
sentidos para pensar la noción de responsabilidad en
el ámbito escolar.