Durante la primera mitad del siglo XX y en consonancia con
muchos otros conglomerados urbanos del mundo occidental, Rosario
sufrió un acelerado proceso de modernización que repercutió en todos
los aspectos de la vida de sus habitantes. El nuevo paisaje de la ciudad en
permanente movimiento fue alternativamente celebrado o denunciado por
artistas e intelectuales que por distintas vías intentaron asir una realidad en
gran medida desconcertante. Estas respuestas encontraron su inmediato
reflejo en las revistas que fueron emergiendo, captando de un modo vívido
los principales debates y preocupaciones de cada época. En este sentido,
estos textos colectivos constituirían documentos privilegiados para la historia de la cultura.