Las reformas económicas
introducidas en China a partir del
liderazgo de Deng Xiaoping trajeron
como consecuencia cambios sociales
profundos así como el resurgimiento
de los valores confucianos como
fundamento de las prácticas sociales
imperantes. La revalorización de
estos principios y valores reverberó
en la configuración de nuevas
doctrinas por parte del Partido
Comunista Chino.
De esta manera, la política
interna y externa china en el Siglo
XXI se verá atravesada por un
conjunto de conceptos de raíz
confuciana, pero reinterpretados
para su adaptación a los tiempos
modernos. Es así que el ámbito
externo de la política china se verá
representado por conceptos tales
como ascenso pacífico o mundo
armonioso que servirán de base para
la consolidación de su poder blando,
afianzando así la posición china en
el sistema internacional.
Una de las consecuencias más
visibles de este nuevo poder blando
constituye el programa incentivado
por la dirigencia china para
establecer Institutos Confucio con el
objetivo de difundir la cultura e
idioma chinos. Sin embargo, la
instalación de estos centros en
Argentina – en un complejo
escenario en el que la educación
pública debe adaptarse a nuevos y
constantes desafíos – pone en jaque
los objetivos nacidos de la Reforma
Universitaria de 1918. Por ello, el
objetivo de este trabajo es analizar
a los Institutos Confucio como una
herramienta de poder blando chino
y el efecto de su instalación en las
universidades argentinas.