En el sur de Argentina y Chile se encuentra una extensa área natural de especial
interés para su conservación que, además, presenta la particularidad de ubicarse en un
espacio transfronterizo, es decir, que traspasa los territorios nacionales de ambos países.
Este hecho se concibe como una oportunidad para entablar una cooperación que tenga
como objetivo la conservación de los valores naturales y la biodiversidad del área en
cuestión. Por ello, desde 2005 Argentina y Chile iniciaron un acercamiento para dar un
trato parejo a este territorio y catalogarlo a partir de una figura de protección adaptada a
esta realidad territorial: la de Reserva de la Biosfera Transfronteriza de la UNESCO. Sin
embargo este proceso ha presentado ciertas potencialidades así como barreras que lo
han dificultado. Esta experiencia refleja un caso en el que la cooperación en materia de
conservación se considera el vehículo para lograr un objetivo común: la protección de
un área natural. Al mismo tiempo la superación de las mencionadas barreras en este
contexto constituye un desafío