El cobre es un metal de transición esencial para la sobrevida de muchos
organismos. Es un cofactor importante para proteínas que catalizan procesos
fundamentales dentro de las células. Sin embargo fallas en el control de los niveles
del mismo pueden desencadenar procesos tóxicos como la reacción de Fenton o la
unión de estos iones a sitios proteicos adventicios que llevan a la pérdida de
función enzimática de las proteínas afectadas. Debido a esta dualidad esencialidad/toxicidad, las células han generado
distintos mecanismos para regular los niveles de cobre de manera de minimizar
los efectos tóxicos. Estos mecanismos incluyen la compartimentalización de los
iones cobre, la producción metalotioneínas o el bombeo del exceso al espacio
extracelular. Un rol fundamental en este proceso de homeostasis lo cumplen
proteínas metalochaperonas que unen Cu(I) dentro de las células y lo transfieren
de manera específica para la activación de las proteínas que lo emplean como
cofactor. En la mitocondria sólo dos proteínas requieren iones cobre para su función.
La Cu-Zn superóxido-dismutasa mitocondrial (SOD) que tiene actividad
detoxificante y la citocromo c oxidasa (COX) involucrada en el proceso de
fosforilación oxidativa. La activación de SOD se da mediante su metalochaperona
específica CCS mientras que COX requiere iones cobre para la formación del
centro [...]