Universidad Nacional de Córdoba. Facultad de Artes. Centro de Producción e Investigación en Artes
Resumen
A comienzos del siglo XXI la artista Lygia Pape realizó Carandiru, una
instalación caracterizada por el uso del color rojo en alusión directa tanto a
la masacre de 1992 perpetrada en el penal de São Paulo, como al genocidio
indígena durante el Brasil colonial. La materialidad de la obra enfatiza la
dimensión dramática de ambos acontecimientos y abre una serie de significaciones
que se enlazan, a su vez, con la historia latinoamericana y el arte
brasileño. La misma temática había sido abordada por Nuno Ramos en 1992
(año de los asesinatos en la institución carcelaria) en 111, una impactante
ambientación conformada por piedras, bombitas de luz y alquitrán como
elementos básicos. A partir del libro Estação Carandiru de Drauzio Varella,
el director Héctor Babenco filma Carandiru (2003) donde retrata la matanza
ejecutada por la policía militar. Este trabajo propone la revisión de aspectos
visuales vinculados a los archivos y a la memoria a partir de determinados
imaginarios culturales que abarcan instalaciones, objetos y filmaciones, donde
la masacre es representada desde diferentes modalidades estéticas, políticas
y poéticas.