En el presente trabajo propongo tres líneas de lectura para abordar Léxico familiar, de Natalia Ginzburg, que se postulan como interdependientes y, en sus entrecruzamientos, construyen la narración autobiográfica-novelada de la obra.
En primer lugar, señalar que la narración del yo se difumina en la narración de les otres: son escasas y pasajeras las alusiones a la propia experiencia de vida. En segundo lugar, esta narración del yo y de les otres se perfila siempre desde lo cotidiano. Particularmente, me interesa la construcción que opera, como se recupera del título mismo de la obra, a partir del léxico familiar, de esas expresiones singulares que remiten a la intimidad del hogar y que van tejiendo una historia íntima común, recuperable solo a partir del recuerdo y los vínculos que habilita la convivencia. Por último, presento algunas reflexiones acerca de la posición particular de Natalia Ginzburg como “escritora del horror”, como escritora mujer cuya experiencia narrada puede pensarse a partir del postulado teórico acerca del concepto de “experiencia” elaborado por Teresa de Lauretis en Alicia ya no. Feminismo, Semiótica, Cine (1992 [1984]) y reelaborado por Joan Scott en “The evidence of experience” (1991).