“Una persona es aquel ser a quien
reconocemos como a nosotros mismos
el derecho de decir yo” (Lacan, 2007, p. 374)
¿Cuál es el tiempo, el espacio, en el desarrollo de un niño para que éste pueda
hacer uso de la palabra yo? o -como señala la cita- convertirse en ese ser al que
reconocemos como a nosotros mismos el derecho de decir yo? Aunque no es el problema
de investigación, constituye un interrogante valioso como disparador de algunas
cuestiones. Sin ir más lejos, ¿cómo es que algunos niños no cuentan con la posibilidad de
usar el término yo para referirse a sí mismos?