Entre los años ́70 y ́80 se construyeron, en la ciudad de Rosario, numerosos conjuntos
habitacionales con financiamiento FONAVI (Fondo Nacional de la Vivienda) han ido
presentando diversos inconvenientes ya sea en sus servicios e infraestructura, en sus espacios
colectivos, en lo constructivo, en la conformación de consorcios, entre otras cuestiones. En
razón de ello, desde el año 2013, se desarrollan e implementan dos programas con
financiamiento del Gobierno de la Provincia de Santa Fe, el “Programa de Esfuerzo
Compartido para el Mejoramiento Barrial” y el “Plan Abre”.
Nuestra investigación estudió estos programas tomando como referencia las intervenciones
realizadas en dos barrios: Grandoli y Gutiérrez (sectores I, II, III) Bv. Seguí y Rouillón para
comparar el impacto que han tenido las mismas a nivel arquitectónico-urbano y social, con
la intención de realizar un diagnóstico en base a los resultados obtenidos y proponer
recomendaciones para futuras operaciones.
La metodología implementada es de carácter cualitativa. En ella se plantea el análisis de
datos arquitectónico-urbanos y la realización de entrevistas a diversos actores sociales,
complementadas con observaciones de campo.
Como resultado de ello se pudo constatar que las acciones realizadas en relación al
mejoramiento edilicio, de servicios y equipamiento propiciaba el uso y apropiación de los
espacios comunes como espacios de esparcimiento e interacción social en el vecindario,
aunque todavía se observaba la presencia de construcciones irregulares que invadían esas
áreas y que motivaron el proceso de conformación de los consorcios, aunque de las
entrevistas realizadas, se desprendían dificultades para poder completar ese proceso.
Los vecinos indicaban la necesidad de la presencia institucional después de la concreción
del plan de mejoramiento, y se observaba como un hecho positivo la continuidad de un
equipo del “Plan Abre” en el barrio.
Como consecuencia de la pandemia de COVID-19 se puso en manifiesto que, si bien los
habitantes usan y se apropian de las mejoras efectuadas, ellos no se han empoderado como
para sustentarlas en el tiempo, lo que plantea la revisión de sus instancias de
acompañamiento en la construcción de espacios barriales que den respuesta a las demandas
de los sujetos, fortaleciendo los vínculos entre el Estado y la sociedad civil, para contribuir
a la integración urbana y social del hábitat.